martes, 11 de noviembre de 2008



Qué tienes, qué tenemos,
qué nos pasa?
Ay nuestro amor es una cuerda dura
que nos amarra hiriéndonos
y si queremos
salir de nuestra herida,
separarnos,
nos hace un nuevo nudo y nos condena
a desangrarnos y quemarnos juntos.

Qué tienes? Yo te miro
y no hallo nada en ti sino dos ojos
como todos los ojos, una boca
perdida entre mil bocas que besé, más hermosas,
un cuerpo igual a los que resbalaron
bajo mi cuerpo sin dejar memoria.

Y qué vacía por el mundo ibas
como una jarra de color de trigo
sin aire, sin sonido, sin substancia!
Yo busqué en vano en ti
profundidad para mis brazos
que excavan, sin cesar, bajo la tierra:
bajo tu piel, bajo tus ojos nada,
bajo tu doble pecho levantado
apenas
una corriente de orden cristalino
que no sabe por qué corre cantando.
Por qué, por qué, por qué, amor mío, por qué?






Sentada en un rincón, mirando el suelo
La mente en blanco, los ojos ciegos
Respiro el humo viciado de este encierro
Ni siquiera el silencio penetra en mis oídos
Como una muerta en vida
En mi rincón
Me abandono al paso de los días
Todos los caminos conducen al silencio
Y en el silencio un grito…
Que se asoma
Para salvarme del autismo.





Sé que no te extraño. Sólo extraño tener a quien extrañar.
Sé que solamente eres un objeto de distracción.
Sólo hago un switch ó un reemplazo temporal hasta que consiga vivir sin extrañar.
Nunca usé a nadie… pero alguna vez iba a pasar.
Igual nos usamos mutuamente. Nos mentimos haciendo de cuenta que somos más de lo que somos.
El que avisa no traiciona. Yo te aviso.
Y me autoaviso para no traicionarme.
No me creas, si te digo que te amo.
No me creas, si te digo que te veo en mi futuro.
Sólo te estoy usando para creer que hay un futuro.
Sólo te estoy usando para hacer de cuenta que el pasado se fué.
Te aviso.
Y me autoaviso.
No sea cosa que me lo termine creyendo.
Te uso, usame que no duele.
Cuando duela me iré como llegué.
No soy fuerte ni sabia. No soy simple ni independiente.
Te aviso así bajo la guardia, con las reglas claras podemos ser libres y mentir.
Mentirme que te miento. Mentirme que me gusta.
Mentirme que no duele.
Lo único que te pido… recordarme que no te crea.
Y recordarme que te miento.
Recordarme que te uso.
Porque igual me olvido.






Quizás por esta noche debería
serle infiel a la amargura.
La culpa, la melancolía, la falta de motivo,
son harto conocidas desde siempre.
Quizás, por esta noche, sin pensarlo,
me ría de la búsqueda de nada.
De la falta de mí, de no saber.
Por una noche, probar, serle adúltera a la angustia.
Anciana y niña siempre dentro mío.
Nunca comienza nada y sin embargo siento que ya es tarde para todo.
Anciana y niña entre mis padres.
No hay padres.
Más pequeña que el cuerpo que me aloja.
Sin sueño y sin sueños.
No sé si comenzar o terminar.
Nunca entendí más allá del transcurrir.
Elijo no elegir. Elijo nada.
O elijo sólo serle infiel a la amargura.
Por una noche, no a la culpa. No a los miedos.
No a las balsas y los placebos que no curan.
Sé que mañana voy a borrar estas palabras.
Pero mañana está infinitamente lejos esta noche.
Como un murciélago, soy un alma de la noche.
Voy a mentir y hacer de cuenta que elegí.
Voy a mentir y hacer de cuenta que me quiero.
Voy a mentir y hacer de cuenta que no me importa cómo me ven.
Por una noche infiel a todo. Infiel a mí.
Me río de la falta de mi misma.
Me río de querer y no poder.
Me río de querer y no saber
Me río de reirme del deber.
Amanece…
El sol va a distraerme de la vida.
Mientras haya noche voy a fingir.

1 comentario:

MIGUEL ANGEL MUÑOZ dijo...

Muy bueno, el poema, muy real, felicidades. Un abrazo.